Las sociedades están cayendo en
un interés fuera de lo normal por la belleza de las cosas ignorando sus
cualidades internas que son las valiosas y útiles. Todo lo que nos rodea
promueve la belleza en pos del buen mercado y su fluidez. Sin embargo este
proceso deforma el comportamiento social al límite de hacerlos gastar mucho
dinero y tiempo, distorsionando las prioridades y terminando por hacer a la
gente más y más ignorante.
La palabra
superficial la usamos en nuestro idioma para referir diversas cuestiones. En
tanto, uno de los usos más extendidos es para indicar aquello propio o asociado
a una superficie. Teniendo en cuenta esto pondré un ejemplo: Hay patrones de
belleza distintos en cada sociedad pero el sistema económico actual nos
simboliza que actualmente nos atraiga las mismas cosas así es como se mueve el
mercado sin embargo es una de las
principales fuentes de la superficialidad.
Hoy en día en
mis tiempo conocí a un ser tan esplendido donde digo ojala todas las personas pensábamos
igual que o parecido a él ya que imagínense si todos fuéramos iguales las cosas
no estuvieran así pero sin duda alguna Maickle Melamed me enseño una gran cosa no importa si eres feo
o bonito, gordo o flaca, lo importante es tomar acción con tigo mismo para así
llegar a lo más importante tu vos y tu corazón.
Decian en la antigüedad que las
mujeres gordas eran bonitas y todas aspiraban a ser gordas. Por tal motivo, me
hice esta pregunta. ¿El placer de verse bien es determinado por el contexto? Y
la respuesta es no, la persona que uno quiera la va a ver por tal y como es.
Tienes toda la razón. Esa es la maldición de la mercadotecnia.
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